El gas, que no es más que una molécula de oxígeno, tiene funciones desinfectantes que atacan a las bacterias, los hongos o los virus que pueda haber en cualquier área o estructura de la boca.
El ozono se puede aplicar sobre los dientes, las encías o sobre lesiones en los tejidos duros o blandos de la boca. “Sirve para personas de cualquier edad, incluso para niños pequeños, porque simplemente estamos desinfectando sobre todo si hay caries, lo que evita que la misma se expanda; se limpia el área donde hay caries”, explica Vinicio Porres, de Láser Dental de Guatemala. El especialista cuenta con un lector láser de caries, que determina el grado infección bacteriana que tiene determinada lesión. Este muestra una numeración que va del 0 al 99. Así, por ejemplo, una marca entre 0 y 10 indica que hay caries que pueden ser tratadas simplemente con limpieza bucal, un cambio en la dieta y asistencia regular al dentista. “Una marca entre 11 y 30 nos dice que hay necesidad de un tratamiento, así que después del ozono aplicamos un remineralizante para que la pieza dental repare las lesiones y no haya necesidad de volver a tocarla. A partir del 31 hará falta poner un relleno y trabajar con la odontología convencional”, comenta Porres.
En resumen, el ozono remueve la lesión que produce una carie, pero no hace falta usar la turbina tradicional, no hay ruido ni la vibración molesta del taladro, que generó tantos traumas a la hora de ir al dentista. “Antes había que quitar tejido sano a la hora de tratar las caries, para dejar la muela estéril, pero la ciencia ha evolucionado mucho. El ozono no tiene efectos secundarios porque el aparato extrae el oxígeno del área a tratar y lo regresa convertido en ozono; es decir, se obtiene solo la cantidad necesaria para determinado tejido”, dice Porres.
Dicho gas es útil para el tratamiento y enfermedad de las encías, el tratamiento de canales, problemas de sensibilidad dental o presencia de aftas orales. A través de la limpieza bucal que hasta ahora se ha practicado solo se remueven las manchas y el sarro, el ozono controla lo que está causando la enfermedad, elimina el microbio. “Claro, no es una desinfección absoluta, al final de cuentas, la boca es el órgano más sucio del cuerpo, pues también es el más expuesto”, comenta Porres. El ozono es bastante accesible, cuesta lo mismo que el tratamiento convencional en sus distintas formas. No produce cáncer y lo pueden usar las mujeres embarazadas. “El único motivo por el que podríamos rechazar a un paciente es si notamos que en cualquier área de su boca se percibe lo que podría ser una lesión cancerosa”, concluye el especialista.
Este producto ha sido aprobado por las diferentes asociaciones dentales de Europa y Japón.