Los implantes dentales son una especie de tornillos del único metal que el cuerpo no rechaza en un 99% de los casos, que se llama Titanio. Son la mejor opción que existe actualmente para reemplazar piezas dentales perdidas. El procedimiento para su colocación es relativamente sencillo, se realiza normalmente con anestesia local, o cuando se colocan varios de ellos, se recomienda que al paciente se le administre Sedación Médica, para que cuando se despierte, no se recuerde nada del tratamiento y ya tenga colocados los implantes que necesite. El procedimiento es quirúrgico, y consiste en la colocación dentro del hueso del maxilar superior o inferior, en donde no exista pieza dental, de un tornillo de titanio, que luego de su correcta posición, se esperará un plazo de 3 a 6 meses, para que el hueso que está alrededor del tornillo, se forme y dicho tornillo quede fijo al hueso del paciente, en un proceso que se llama osteointegración. En el consultorio, al aplicar láser, el procedimiento de colocación de implantes, es menos doloroso, con menos complicaciones y se forma más pronto hueso alrededor del implante de mejor calidad, que cuando no se aplican el láser.

Luego de que se formó suficiente hueso alrededor del implante, se procede a la colocación de un mecanismo tipo macho-hembra, que permita la colocación de una corona de porcelana, que es la que va a sustituir la pieza dental perdida. Ya puesto el implante con su corona, todo el tratamiento puede durar muchos años, eso si debe el paciente realizarse una limpieza especial cada 6 meses para que su implante siempre goce de buena salud

Cuando se infecta un implante, la lesión se llama peri-implantitis, y normalmente condenan a la extracción del implante. Con láser, se puede salvar en un alto porcentaje este problema.